¡Buenos días a todos! ¿Cómo habéis empezado la semanita? Yo cargada de fuerza y de nuevas ideas que me rondad por la cabeza ;). Ya en la Antigüedad se usaban los amuleto como objetos que traían suerte o evitaban desgracias. Esa mentalidad, independientemente de las culturas, del paso de los años y de las religiones, continúa y casi todo el mundo tenemos algún objeto, ya sea un colgante, una pulsera, un anillo, que llegó a nosotros en un momento especial de nuestras vidas o que llegó a nuestras manos desde muy lejos. Yo tengo varios y hoy los quiero compartir con vosotr@. Son pequeñas "joyas" que desde que cayeron en mis manos siempre me acompañan y son como una especie de talismanes de la suerte.
Para empezar y como much@s aragoneses, una cinta de la Virgen del Pilar, es decir un pequeño trozo de tela con las mismas medidas de la Virgen y que me acompaña en mis viajes desde tiempos inmemorables jeje. El resto son pulseras y todas tienen su historia. La primera de ellas está hecha de tres "joyitas", una cruz en oro y plata que llegó a mis manos desde Jerusalén, la medallita de Santa Elena comprada en el Vaticano y la concha del camino de Santiago, regalo de un peregrino muy especial, mi padre. Otro de mis talismanes es una pulsera hecha en plata y lapislázuli que me trajo una de mis mejores amigas en su primer viaje a Chile, un viaje que le cambió la vida y cambió también la mía. La pulsera de tela azul es un trébol de cuatro hojas de Cruciani, una marca italiana que llegó a España hace relativamente poco, pero que aquí en Italia siempre ha sido bastante famosa. Cómo olvidarme del famoso Wishbone, el hueso de la suerte, que se puso de moda hace unos años y yo no me lo quito... uno va y otro viene jeje. Y la última de todas regalo más especial que tuve en mi último cumpleaños ;). Como ya he dicho alguna vez, me encanta viajar y siempre compro algún recuerdo que me haga venir a la mente los momentos que pasé en ese viaje. Siempre suelen ser cosas que puedo llevar conmigo donde quiera que vaya, como las tres pulseras con la mano de Fátima y el ojo turco que compré en mi viaje a Estambul. Entre las cosas de las que no me suelo separar está un anillo de oro blanco y un brillantito que me regaló mi abuela hace ya unos años y al que le tengo mucho cariño ;) . Y por último, "il bracciale" Marte, también de Cruciani.
¿os han gustado mis pequeños amuletos? ¿cuáles son los vuestros?
Nos vemos mañana ;) muack!
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